sábado sabadete

pues bueno, el fin de semana empezó movidito. por la mañana alma, jugando en el salón, se subluxó el codo. ya le había pasado hacía meses, así que no cundió el pánico. pero eso sí, como era fin de semana teníamos que llevarla de urgencias para que se lo recolocaran. así que tocó sacar a andrea de la cama y coger un taxi camino al hospital sant joan de déu.

ya es la tercera vez que vamos con alma a este hospital (aunque yo ya lo conocía de pequeñita, allí me operaron de una peritonitis y guardaba un muy buen recuerdo del centro). la primera vez por una posible gastrointeritis. el trato maravilloso, aunque del centro no vimos mayor cosa. la segunda para una ecografía. allí nico y yo ya nos quedamos alucinados de lo pensado que está para los peques, lleno de detalles para hacerles menos traumático el paso por el hospital.

esta tercera vez hemos visto una zona nueva, pues el hospital está en obras y hemos vuelto a quedar sorprendidos. siendo nico arquitecto y yo interiorista no podíamos parar de decir, "qué bien pensado, qué bonito hacer proyectos así".

gracias a la zona de juegos para niños, que contaba además de con un acuario de peces, con un mobiliario colorido y muy divertido (elefantes de los eames, sillas de verner panton, minipuffs) y una gran mesa con juegos de psicomotricidad fina, la espera se hizo más llevadera.

alma, aunque andaba arrastrando su bracito derecho, se entretuvo un montón mirando los pececillos y probando todos y cada uno de los asientos a su medida. también descubrió un nuevo estilo de gateo, culeando y apoyándose en una sola mano. pobrecita, qué penita dan cuando están malitos.

me ha parecido curioso la relación que se establece con otros padres en este tipo de situaciones, en los que todos estamos pasando por un mal momento de preocupación y angustia. son momentos bonitos, de una conexión mágica entre desconocidos, en los que parece que éste fuera un mundo mejor. puede ser que todos tengamos más cosas que nos unen de las que nos pensamos. llamadme romántica.

para celebrar el buen estado de salud de todos y para compensar a andrea por el turismo hospitalario al que la teníamos sometida la llevamos a comer pasta, su plato preferido, al passatore de pla de palau. luego un macro paseo por el borne y el centro, con chocolate con churros incluido.

creo que podemos decir que hemos recuperado el tiempo perdido! besos a todos